Su prolífica carrera le señala como el gran renovador del arte contemporáneo español, y un artista importante dentro de las vanguardias del siglo XX. Tápies traduce a la perfección sus preocupaciones filosóficas, consolidando su pensamiento en el lenguaje artístico que se renueva en el tiempo.

Destacan su composiciones iconográficas, que incorporan expresividad y comunicación con texturas intensas y elementos geométricos. Antonio Tàpies ha consolidado un lenguaje artístico que, por una parte, traduce plásticamente su concepción del arte, y por otra, unas preocupaciones filosóficas renovadas con el paso del tiempo. Su práctica artística sigue siendo permeable a la brutalidad del presente, a la vez que ofrece una forma que, pese a su ductilidad, permanece fiel a sus orígenes. En este sentido, las obras de los últimos años no sólo se inscriben en la contemporaneidad, sino que también son un registro del pasado del artista.